La felicidad en el centro del motor de desarrollo

En un estudio de investigación titulado «Lo que piensan y sienten los jóvenes del mundo» se desprende cómo la Generación Z (nacidos entre 1996 y 2000) pone la felicidad en el centro de todo. Para los jóvenes, los factores que determinan la felicidad son, sobre todo, las relaciones humanas con los amigos y la familia, pero también el sentirse satisfechos en el estudio y el trabajo (respondió el 89% de los encuestados). Si los Millennials siguen dispuestos a sacrificar su vida por las necesidades de la empresa, la Generación Z parece mucho más centrada en su propio bienestar y esto supone un reto para las empresas: para atraer a los mejores talentos, deben organizarse para ofrecerles un entorno de trabajo sereno. La felicidad en la empresa se convierte, por tanto, en un valioso aliado también en la prevención y gestión del estrés, así como en un fuerte impulso para alcanzar los objetivos profesionales. La felicidad puede impulsar a las personas al máximo y generar resultados para la empresa, siempre que se considere una prioridad estratégica.