El objetivo es proporcionar elementos básicos de las habilidades de comunicación verbal, paraverbal y no verbal.

Comunicación verbal

La comunicación verbal está formada por las palabras que utilizamos cuando hablamos o escribimos, y es también normalmente el nivel del que somos más conscientes, al que prestamos más atención.

De hecho, cuando tenemos que expresarnos, tratamos de elegir cuidadosamente nuestras palabras, adaptando el registro a nuestro interlocutor: si estamos en un contexto formal, utilizaremos un lenguaje más pulido; si hablamos en un entorno informal, utilizaremos una jerga más coloquial. En general, tratamos de construir el discurso para que sea claro y comprensible, además de persuasivo, y para despertar el interés y la curiosidad del interlocutor.

Comunicación paraverbal

El segundo nivel de comunicación es el nivel paraverbal, que es como decimos algo.

En la comunicación oral, los indicadores son el tono, la velocidad, el timbre y el volumen de la voz. En la comunicación escrita tenemos, por ejemplo, la puntuación y la duración de los puntos, elementos que dan ritmo y velocidad al texto.

En comparación con el primer nivel, somos menos conscientes de estos aspectos. Si es normal preparar un discurso o elegir unas palabras en lugar de otras, es menos habitual decidir el tono de voz o el timbre. Esto lo hacen los profesionales de la comunicación, mientras que los no profesionales utilizan la comunicación paraverbal de forma natural, sin prestarle especial atención.

Comunicación no verbal

El tercer nivel se refiere a lo no verbal, es decir, todo lo que se transmite a través de la postura, los movimientos, la posición que se ocupa en el espacio con respecto al interlocutor, pero también la forma de vestir.

El lenguaje no verbal también está presente cuando nos comunicamos por escrito:si escribimos a mano, la letra o el tipo de papel utilizado pueden revelar nuestro estado de ánimo o el cuidado que hemos puesto en la redacción del mensaje; en un correo electrónico, el tipo de letra, el color, el posible uso de imágenesson indicadores importantes.

De nuevo, no siempre somos conscientes de hasta qué punto estos elementos revelan algo sobre nosotros y,a la inversa, de lo importante que es saber leerlos para entender mejor a quien tenemos delante.